La Pregunta que Cambió mi Carrera Artística para Siempre
En 2012, me encontraba en Florencia para la exhibición de exalumnos de la Florence Academy of Art. Había pasado los seis meses previos a la muestra trabajando en una obra. En aquel momento, estaba enfocado en impresionar a mis profesores y mejorar cada día. Todo cambió cuando Ramiro Sánchez, el director de la academia, me hizo una pregunta que lo cambió todo. Al momento de mostrarle la obra, la miró con detenimiento y me dijo: “Esta obra está bien lograda, desde el retrato, los detalles y la atmósfera, pero esto no eres tú; esta obra no tiene nada que ver contigo”. En ese momento, la pregunta que cambió mi carrera para siempre fue: “Si eso no soy yo, entonces, ¿quién soy?”
Al principio, no supe qué responder. Sentí una mezcla de confusión y frustración, como si me hubieran lanzado una incógnita sin resolver. No sabía por dónde empezar. Esa pregunta no solo me descolocó, sino que me llevó a cuestionar el propósito y la dirección de mi arte. Sin embargo, fue precisamente esa incertidumbre la que me impulsó a buscar respuestas más profundas. Decidí regresar a Maracaibo, mi ciudad natal, para reconectar con mis raíces y encontrar un significado más profundo en mi trabajo. Comencé a pintar a las personas más cercanas a mí, tratando de capturar no solo su apariencia, sino su esencia. Empecé a explorar diferentes corrientes de pensamiento y encontré mentores que me ofrecieron nuevas perspectivas. La espiritualidad, en particular, me enseñó a ver el arte de una manera completamente nueva, conectando cada pincelada con un sentido más elevado y trascendental.
Esta búsqueda de autenticidad me llevó a Miami, donde, junto a Elkin Cañas y Milixa Morón, fundé en 2014 una academia que actualmente lleva el nombre de Miami International Fine Arts. Ahí, me sumergí en el estudio de la espiritualidad y la geometría sagrada, buscando integrar estos conceptos en mi arte mientras me dedicaba a la educación del arte académico. Fue un período de grandes desafíos, donde enfrenté mis propias dudas y limitaciones, pero también de profundo crecimiento y descubrimiento personal que culminó con mi segunda exhibición individual "Journey into the Unseen", de la cual se desprendieron dos caminos: la iconografía por una parte y la abstracción geométrica por la otra.
Después de ocho años en Estados Unidos, decidí regresar a Venezuela, y una visita al Teatro Baralt se convirtió en la idea para explorar la abstracción. Fragmenté detalles de las obras de mi exhibición"Journey into the Unseen" en la búsqueda de profundizar aún más el camino que había iniciado en 2012. En este proceso, sin imaginarlo, encontré mi primer retrato, una pintura que le había hecho a mi madre cuando tenía once años. Ese descubrimiento me hizo ver mi arte desde una nueva perspectiva, porque ese retrato había sido pintado con una absoluta inocencia, sin ningún tipo de concepción de lo correcto o errado en el arte, sin ningún tipo de pretensión o juicio acerca de la obra.
Este hallazgo me llevó a la idea de "Lo Esencial". Empecé a crear una serie de obras que resumen mi viaje y mis descubrimientos. Cada obra en "Lo Esencial" muestra no solo mi evolución como artista, sino también una transformación personal. Con estas erie, inicio el desarrollo de "Lo Esencial".
Si deseas saber más, te invito a ver el capítulo en mi canal de YouTube.
Por Carlos Martínez León