¿Qué Esconde la Exposición 'Lo Esencial'?

El viaje artístico es único para cada persona, en este breve artículo quiero contarte como ha sido el mío. Comenzó entre los 8 y 10 años, pero no se hizo claro hasta que ingresé a la universidad. Empezó como una sensación cálida que descendía por mi cabeza cuando me sentaba a dibujar. Era como si, en esos momentos, se generara un estado de concentración profunda, siempre interrumpido por las eventualidades del día a día. Durante muchos años, no fui consciente de esto, incluso cuando estudiaba en Italia, mi proceso parecía dominado por la razón y la lógica. No fue hasta que regresé a Venezuela en 2011, cuando me toco enfrentarme a la pintura solo, sin ningún tipo de guía ni profesores a quienes acudir que volví a sentir esa sensación.

Con el tiempo, esa calidez se convirtió en una leve corriente que, en ocasiones, sacudía mi cuerpo. Tardé muchos años en entender que era la intuición señalándome caminos nuevos. Aunque no entendía bien cómo traducir lo que sentía, empecé a notar que esa corriente me guiaba de maneras muy particulares, mostrándome nuevas posibilidades en el arte, nuevos artistas que observar y nuevos acercamientos técnicos que explorar.

A medida que pasaban los años y con algo más de madurez, comencé a notar que mi intuición se hacía más clara cuando aprendía a confiar en ella. Fue en ese momento que entendí que siempre había estado intentando decirme algo, pero nunca me había tomado el tiempo de sentarme a analizarlo. Puse mi atención en aprender a reconocer lo que me quería decir y empecé a discernir nuevas ideas que se traducían a pinceladas, colores y formas que generaban un movimiento que terminaba siendo impulsado por la emoción.

De repente, cuando menos lo esperaba, esa intuición tomó forma. Su influencia irradiaba claridad y sus sugerencias, siempre precisas, me abrieron una puerta. Una puerta que solo yo podía cruzar. En ese umbral, comprendí que había estado conduciéndome hacia mi propia esencia como pintor.

Siguiendo esa intuición, descubrí un universo nuevo, lleno de posibilidades. Una guía interna que siempre había estado conmigo, esperando ser escuchada. En ese proceso constante de aprendizaje y práctica, encontré mi verdadero camino que me alinearon con los principios de Lo Esencial, un camino que ahora me toca recorrer.

Por Carlos Martínez León

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